A escondidas jugaban nuestros cuerpos
como al gato y al ratón,
amanecía y cada uno en su guarida:
trabajo y ocupación.
La casa un laberinto
islas donde no cabían dos.
En la cama duerme el pequeño,
la cocina es un revolcón.
En la sala los videojuegos
con sus propietarios y su diversión.
En la biblioteca el dueño es el silencio,
las tareas y la concentración.
El jardín tiene miradas
de los vecinos a montón.
El ascensor sube y baja muy rápido,
un beso robado, un toque,
más tarde nos vemos: ¡adios!
La oficina el escape
tu en la tuya y yo sin vos.
Pero que delicia
¡me has encontrado!
Al diablo todos hoy
te disfruto y me disfrutas
el sentimiento y el cuerpo
Unidos por el deseo y el amor.
Que cada rincón sea nuestro
Vivamos tu y yo.
