lunes, 30 de agosto de 2010

MI BELLA CANDELARIA


Cuenta mi madre
que tus rodillas silenciosas
me llevaban a la cuna,
mientras tus brazos me arrullaban para darme calor.

En mi caminar tu mirada sostenía mis pies
y cuando corría tu voz aliada con el viento
afirmaba cada uno de mis pasos.

Cada momento de dificultad era más fácil
con tu presencia, y aún tu regaño era dulce a mis oídos.

En mi transito de niña a mujer tu compañía me guiaba,
complice silenciosa de mis travesuras,
palabra firme sin censura en mis errores,
mano cálida que ha sostenido mi ser mujer, mi ser madre.

Triunfos compartidos con quien ha sido
siempre mi madre, mi abuela amada.
A Dios gracias por tenerla a mi lado,
por amarme cada instante a través de ti.

Mujer virtuosa, valiente y esforzada,
aún con los años tu bien admiro.
Acoges en tu seno y haces hijo
al vecino, amigo y forastero;
y una alacena vacía haces brotar
para dar a los otros delicioso manjar.

Madre mía, ahora el viento es mi complice
para decirte lo mucho que te amo.
Ahora mi mirada sostiene tus piernas
y mi voz aliada con el viento te hace enderezar.

Mi hogar se viste de fiesta cuando tu visita llega,
porque aún con los años ejemplo de vida
a mis hijos e hija tu quieres dar,
y somos nosotros quienes te servimos
bella mujer, bella mamá.

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3 comentarios:

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