Bultos de piedra sobre mis hombros,
grillos pesados en mis pies,
una opresión fuerte en mi pecho,
un grito ahogado en la garganta,
y muchas lagrimas contenidas.
El dolor es profundo
y no quiero dejar de sentirlo,
porque si lo niego,
estaría soñando y
luego volvería a despertar...
con el mismo dolor.
Lastre y cadenas pueden servir para huir, para esconderse. Pero tiene algo de caduco ese espejismo...
ResponderEliminar¿Continuamos caminando?