Presa del deseo te espero en mi cama
con la piel sensible a tu mirada,
el corazón late como mi cuerpo
dispuesto a tus caricias y frenesí.
Pero juego...juego con el placer,
el deleite de tus besos no quiero perder,
así como el disfrute de tu respirar
jadeante por mi lengua en tu virilidad.
Fusionados por la pasión
y la fuerza del sexo,
siento tu fuerza en mi interior.
Ahora somos uno en el disfrute,
columpio moviéndose en el punto exacto
donde se tiembla donde se estalla.
Un momento de los dos y cuando
la marea baja, llega el orgasmo de las miradas.
Un beso tierno, una caricia, un abrazo
que sella tanta delicia.
Ya te bebí y ahora libre,
no tardará el anhelo de otro reencuentro
donde me aprisione el deseo
con las que inicié estas lineas
antes de sentir tus besos...
Es el laberinto de la pasión donde deseamos perdernos, lugar y momento de cama por hacer y donde los instantes ganan todo su valor cuando control y pensamiento dejan paso al deseo y sus antojos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Que poema más apasionado.
ResponderEliminarEs hermoso y sensual.
Me dan envidia este tipo de poemas.
No se me dan bien.
Me ha gustado mucho.
Besos.